Contaba mi abuela que era comida de pobres. Pastores, labradores y familias humildes echaban mano de la harina de almortas, para reconfortar los estómagos. Fueron el sustento de muchas familias en los duros años de la postguerra. Un consumo continuado de esta harina , provocaba lo que se llegó a llamar “el mal de gachas”. El latirismo, una enfermedad que afecta a las piernas y degenera los huesos.
Siempre las he visto hacer en casa, y disfrutar en torno a ellas. Muchos recuerdos florecen cada vez que nos animamos a hacerlas. Las gachas son muy fáciles de hacer, en el tema del condumio, cada maestrillo tiene su librillo. Lo fundamental es disponer de la harina de almortas, el resto a nuestro gusto. Depende la ganas que tengamos, las cantidades de la harina dependen. Vamos a poner una dosis generosa.
Ingredientes
Harina de almortas (dos cucharada soperas por persona)
Por cada cucharada de harina, un vaso de agua.
Ajos.
Aceite.
Patatas, chorizo, panceta, morcilla, hígado....(siempre a nuestro gusto).
Sal.
Vamos al lío: Pelamos una patata y la cortamos a media rodaja finas. Ponemos el aceite de oliva en una sartén. Freímos las patatas, apartamos. A continuación sofreímos la panceta cortada a tiras o cuadritos pequeña. Apartamos. Sofreímos el chorizo. Sofreímos la morcilla. Lo mismo con el hígado. Y a continuación los ajos. Sin prisa. Cuando estén los ajos en su punto, apartamos. Y en ese mismo aceite (que habremos procurado que no se queme), añadimos una cucharadita de pimentón, tostándola ligeramente tomando muchas precauciones de que no se queme, esto es fundamental, sino el sabor que quedará amargará el resultado final. Seguidamente añadimos las cucharadas de harina de almorta, a fuego suave, removiendo continuamente. Cuando ha tomado un color tostado, es el momento de añadir agua y sal. Removemos bien para disolver los grumos de harina, a fuego medio. No paramos de remover hasta que espese. Las gachas están listas cuando veamos que visualmente aparecen como pequeños cráteres al hervir. Para acompañarlas, añadimos todos los ingredientes que hemos frito previamente. En la provincia de Cuenca, suelen añadirles alcaravea en polvo, que les da un sabor peculiar...¡A disfrutar!
FUENTES:
https://www.facebook.com/laalacenadedonquixote/photos/a.1191898097502351/9067026933322722/
LA ALACENA DE DON QUIXOTE
©Pedro Pablo Romero Soriano RS
No hay comentarios:
Publicar un comentario