SONETO DEL RACIMO RECIÉN CORTADO
Bien colmado y lujoso, reengarzado
en su collar de perlas, se figura
tener cuello y garganta, entre verdura,
del sarmiento jugoso columpiado.
Bien colmado, racimo, bien colmado,
luces tu escaparate, tu espesura
de pámpanos triunfantes, colgadura
del sol más bendecido y más dorado.
De pronto te han pinchado la cintura
círculos de alfileres por el lado
donde el rojo sudor se te madura.
Y en tu herida, de bruces, te has quedado
sin venas y sin brisa, sin altura:
la navaja al cercén te ha derribado.
Autor: Eladio Cabañero
FUENTES:
Fotografía: La Alacena de Don Quixote
Pedro Pablo Romero Soriano RS
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