Este oficio es uno de los más antiguos que se conocen. Era totalmente primordial en las zonas rurales, sin él hubiera sido imposible mantener el equipamiento de labranza en buenas condiciones, evitando situaciones difíciles para muchos labradores.
A él acudían cuando era preciso arreglar cualquier utensilio de labranza.
Su cometido era la de un artesano que debía unir la fuerza, el ingenio y la destreza, para dar a golpe de martillo la forma deseada, así como el temple necesario a las piezas que se forjaban en su fragua.
En aquellos años era la habilidad unida a la experiencia propia, las técnicas que determinaban la calidad de su trabajo, las cuales se mantuvieron sin grandes variaciones, a lo largo de muchísimo tiempo.
Su trabajo consistía en elaborar objetos de hierro, utilizando para ello herramientas manuales para martillear, doblar, modelar o cualquier otro método utilizado para dar forma al hierro, cuando se encuentra en estado maleable por efecto del calentamiento, se pone incandescente, para posteriormente ser sometido al proceso de forjado.
El color era muy importante para determinar la temperatura y maleabilidad del metal. Cuando el hierro es calentado, para incrementar su temperatura, primero se vuelve rojo, luego anaranjado, amarillo y finalmente blanco.
El color ideal para el forjado es un blanco – anaranjado. Como deben ser capaces de ver el color del metal para trabajar, muchos herreros trabajan en lugares de baja iluminación.
Según las buenas manos que tuviera el herrero, en muchos casos, se fabricaba sus propias herramientas, las cuales utilizaba para su oficio. El tiempo y las tradiciones, variaron la forma de los utensilios, no obstante lo básico persiste, y sobre ello recaía el trabajo de su oficio.
Un oficio que nunca ha necesitado demasiada infraestructura para ser llevado a cabo, siempre se dijo que el herrero todo lo que necesitaba, era algo donde calentar el metal, algo donde golpearlo, y algo con qué golpearlo.
El oficio de herrero se caracteriza, entre otras muchas cosas, por el gran número de herramientas que utiliza. Este artesano, no sólo las fabricaba para otros sino que también necesitaba proveerse de ellas.
Los herreros han ido introduciendo variaciones en las herramientas, para adaptarlas a la forma particular de trabajar, lo que ha ido generando herramientas originales y personales. Las herramientas para su trabajo son múltiples, es más, se pueden clasificar en grupos según sea su función.
LA FORJA, es el lugar donde se le aplica calor al metal en la herrería, aquí se contiene y controla el volumen del fuego necesario para el trabajo.
EL FUELLE, su cometido era producir una corriente de aire, lo suficientemente intenso según los casos, para avivar el fuego en el interior de la forja. Antiguamente se manejaba manualmente, pero con el tiempo se hacía con aspas y con movimiento producido con electricidad.
El YUNQUE, a mi parecer esta es la herramienta-soporte de mayor importancia, la que debe ser de buen acero y de buen peso ya que sobre este soporte se recibirán innumerables golpes de martillos de diferentes tamaños.
El yunque de mi padre
TENAZAS, son usadas para sujetar el metal incandescente, varían en formas y tamaños según las necesidades.
MOLDES, son instrumentos para dar forma al metal. Estos se calientan de modo tal que el metal se derrite y sale a través de aberturas previamente marcadas en el molde. Por estos orificios se introduce el metal fundido, de forma que cuando se enfría y se rompe el molde, se reproduce la forma deseada en el metal. Con ello por ejemplo, se pueden fabricar piezas de formas particulares como las cucharas, las herraduras, etc.
PIEDRA DE AFILAR, como su nombre indica, servía para afilar las herramientas.
Las herramientas más comunes y de uso manual eran las siguientes:
Limas, taladro de mano, el macho, martillos de diferentes tamaños, tajadera (para cortar piezas), mandarria, maceta, tornillo de banco, puntero, mazo de madera, atizador, espetón, cortafríos, taladro, hachita, limas, clavos, burras, etc.
MATERIALES QUE FABRICABAN
AGRICULTURA
Lo más importante era sin duda la reparación de la reja del arado, que consistía en aumentar el espesor de esta herramienta, debilitada por el desgaste del uso, y que siempre fue imprescindible para los labradores, así como arreglar toda clase de herramientas, y piezas destinadas a las tareas del campo, picos, hachas, azadas, azuelas, palas, ruedas de carro. Además de todo esto, también se fabricaban las herraduras, y herraban a las caballerías.
CONSTRUCCIÓN
Productos en hierro forjado como rejas, barandillas, punteros, cortafríos, picos (este tipo de herramientas también se dedicaban a aguzar y templar, debido a que sufrían mucho desgaste con el uso).
USO DOMÉSTICO
También elaboraban diversos productos en hierro forjado, como muebles, esculturas, herramientas, artículos decorativos y religiosos, campanas, utensilios de cocina, armas, estufas, llaves.
CONCLUSIÓN
Con el paso del tiempo, y la entrada de la electricidad en los pueblos, las características tradicionales del oficio fueron cambiando. Así por ejemplo, la sustitución del fuelle por el ventilador eléctrico, supuso la desaparición de uno de los elementos ancestrales de la fragua. Lo mismo sucedió, cuando se incorporó el motor al taladro o a la piedra de afilar. A la par que todo esto sucedía, la labor de los herreros, fue paulatinamente asumida por la industria, como otros muchos trabajos.
En la actualidad los herederos de aquellos artesanos, se han convertido en otro tipo de oficio, llamado cerrajeros, también se maneja el hierro, pero de distinta manera.
Intervienen modernas formas de corte, sierra de disco, sierra de cinta, soldadura oxiacetilénica, soldadura con electrodos de recubrimiento, soldadura de hilo continuo con gas noble de argón, máquinas modernas de tronzar, prensas, tornos, etc.
Aunque se trabaja con limpieza, no tiene nada que ver, se elabora en serie, y ya no es la artesanía de los tiempos pasados.
MOLDES, son instrumentos para dar forma al metal. Estos se calientan de modo tal que el metal se derrite y sale a través de aberturas previamente marcadas en el molde. Por estos orificios se introduce el metal fundido, de forma que cuando se enfría y se rompe el molde, se reproduce la forma deseada en el metal. Con ello por ejemplo, se pueden fabricar piezas de formas particulares como las cucharas, las herraduras, etc.
PIEDRA DE AFILAR, como su nombre indica, servía para afilar las herramientas.
Las herramientas más comunes y de uso manual eran las siguientes:
Limas, taladro de mano, el macho, martillos de diferentes tamaños, tajadera (para cortar piezas), mandarria, maceta, tornillo de banco, puntero, mazo de madera, atizador, espetón, cortafríos, taladro, hachita, limas, clavos, burras, etc.
MATERIALES QUE FABRICABAN
AGRICULTURA
Lo más importante era sin duda la reparación de la reja del arado, que consistía en aumentar el espesor de esta herramienta, debilitada por el desgaste del uso, y que siempre fue imprescindible para los labradores, así como arreglar toda clase de herramientas, y piezas destinadas a las tareas del campo, picos, hachas, azadas, azuelas, palas, ruedas de carro. Además de todo esto, también se fabricaban las herraduras, y herraban a las caballerías.
CONSTRUCCIÓN
Productos en hierro forjado como rejas, barandillas, punteros, cortafríos, picos (este tipo de herramientas también se dedicaban a aguzar y templar, debido a que sufrían mucho desgaste con el uso).
USO DOMÉSTICO
También elaboraban diversos productos en hierro forjado, como muebles, esculturas, herramientas, artículos decorativos y religiosos, campanas, utensilios de cocina, armas, estufas, llaves.
CONCLUSIÓN
Con el paso del tiempo, y la entrada de la electricidad en los pueblos, las características tradicionales del oficio fueron cambiando. Así por ejemplo, la sustitución del fuelle por el ventilador eléctrico, supuso la desaparición de uno de los elementos ancestrales de la fragua. Lo mismo sucedió, cuando se incorporó el motor al taladro o a la piedra de afilar. A la par que todo esto sucedía, la labor de los herreros, fue paulatinamente asumida por la industria, como otros muchos trabajos.
En la actualidad los herederos de aquellos artesanos, se han convertido en otro tipo de oficio, llamado cerrajeros, también se maneja el hierro, pero de distinta manera.
Intervienen modernas formas de corte, sierra de disco, sierra de cinta, soldadura oxiacetilénica, soldadura con electrodos de recubrimiento, soldadura de hilo continuo con gas noble de argón, máquinas modernas de tronzar, prensas, tornos, etc.
Aunque se trabaja con limpieza, no tiene nada que ver, se elabora en serie, y ya no es la artesanía de los tiempos pasados.
La fragua de Vulcano, obra de Diego Velázquez pintada en 1630, se encuentra en el Museo del Prado, Madrid, España
El herrero era aquella persona que mediante su forja, yunque y martillos elaboraba objetos de metal, comúnmente acero e hierro, de necesidad para toda la sociedad.
El oficio de herrero era el de un artesano que debía unir la fuerza, el ingenio y la destreza para dar, a golpe de martillo sobre un yunque, la forma deseada y el temple adecuado a las piezas que se forjaban en su fragua.
En aquellos años era la experiencia y la habilidad propias, las que determinaban la calidad de su trabajo. El mundo rural necesitaba antes al herrero para aguzar las herramientas especialmente las rejas del arado; también asumía las funciones propias de cerrajero, viéndose comprometido a hacer cerraduras, llaves, bisagras y pequeños herrajes en los que predominaba el trabajo de ajustado con la lima. Colaboraba con el carretero en la construcción de los carros.
Entre esos objetos se encontraban no sólo herramientas, campanas, armas y artículos de cocina, sino que en muchas ocasiones también realizaban artículos decorativos muebles e incluso esculturas.
Mediante la forja se fabricaban los cierros y balcones, partiendo de barras cuadradas o redondas de hierro o acero.
El herrero daba forma a las piezas en estado incandescente con ayuda de martillos de forjar. Para calentar los barrotes se utilizaba el fuego de la fragua.
Cuando la pieza alcanzaba el calentamiento para ser forjada, tomaba un color amarillo naranja que correspondía a 1.100º C y ya se podía dar forma en el yunque dando martillazos enérgicos y aplicados con destreza.
El oficio de herrero era el de un artesano que debía unir la fuerza, el ingenio y la destreza para dar, a golpe de martillo, la forma deseada y el temple adecuado a las piezas que se forjaban en su fragua.
En aquellos años era la experiencia y la habilidad propias las que determinaban la calidad de su trabajo.
La fragua era también un lugar de tertulia para hombres. Tenía cierta semejanza con la taberna o la barbería, locales en los que se daba rienda suelta a las opiniones, críticas y bromas.
En aquellos años era la experiencia y la habilidad propias las que determinaban la calidad de su trabajo.
La fragua era también un lugar de tertulia para hombres. Tenía cierta semejanza con la taberna o la barbería, locales en los que se daba rienda suelta a las opiniones, críticas y bromas.
Estampa tradicional de forjado en el que aparecen el maestro y el aprendiz, así como el hogar y el yunque
El hecho de estar permanentemente abierta, la convertían en lugar de encuentro no solamente para los labradores que acudían a errar sus caballerías, sino también para los guardias, el maestro e incluso el cura.
Para los niños, la fragua era un lugar misterioso que ejercía una atracción no exenta de peligro. Me asombraba ver el hierro candente, admiraba las habilidades de mi padre, envuelto entre chispas que saltaban de su yunque y me fascinaba hacer funcionar el inmenso fuelle para conseguir reavivar las llamas.
Con el tiempo llegó la mecanización del campo y los adelantos modernos. En pocos años las yuntas de animales fueron sustituidos por tractores.
Los antiguos carros por remolques. Los arados romanos por los nuevos artilugios de varias vertederas.
En los hogares dejaron de necesitarse trébedes y útiles semejantes. Los enrejados para las ventanas se hacían en talleres especializados.
La temperatura es la que en el fondo convierte el metal duro, en una moldeable estructura y que da la forma que el herrero o el escultor precisan para su obra. En el caso del acero, tiene diferentes temperaturas para darle formas y temple. La fragua que sigue funciona a gas licuado y también es de bastante utilidad por lo rápido en calentar la hornilla, pero siempre son para piezas mas pequeñas.
Personalmente tengo una fragua que como está en el campo, recojo piñas que caen de los pinos y éstas cuando aún no se abren duran mas en el fuego y calientan sobremanera, también le añado un poco de carbón cuando se requiere de un trabajo un poco mas largo.
Yo les recomiendo a los que se inician como herreros, que cuando enciendan la fragua aprovechen para elaborar varias piezas y bajo ese concepto matarán varios pájaros de un tiro, vale decir con una encendida se aprovecha mejor el carbón.
Hoy en dia también se usa el oxiacetileno que calienta una pieza súper rápido pero yo no lo aconsejo.
En este óleo de Pedro Pablo Rubens genio de la pintura flamenca, vemos a Vulcano forjando los rayos de Júpiter
Mucha gente piensa que encender la fragua es tan simple como encender un fuego, y en cierta modo lo es, pero debe hacerse de forma diferente. El fuego de la fragua debe ser interior, donde debe concentrar el calor para poder aplicarlo al hierro justo en el lugar preciso donde queremos moldear. Aquí explicamos el primer paso: encender la fragua.
Carbón, aire, fuego y agua son los elementos básicos necesarios para poner en marcha la fragua. Esta debe contar con una base sólida preparada para aguantar el calor y alojar en el centro, donde estará el fuego, un tubo que permita dosificar el aire que se utilizará para dar intensidad al fuego (actualmente el tubo cuenta con una turbina eléctrica de aire, que han suplido al tradicional fuelle con el que dispensaba aire el herrero).
Sobre la base, se extiende el carbón que deberá ser de hulla y no de lignito que servirá para nutrir y arropar el hierro en cuestión. Es conveniente que todo quede cubierto, aunque para el encendido haremos un agujero entre el carbón en la parte donde se encuentra alojado el tubo dispensador de aire. Es ahí donde comenzaremos colocando un trozo de cartón, papel o paja con fuego, el que servirá de punto de arranque.
Carbón, aire, fuego y agua son los elementos básicos necesarios para poner en marcha la fragua. Esta debe contar con una base sólida preparada para aguantar el calor y alojar en el centro, donde estará el fuego, un tubo que permita dosificar el aire que se utilizará para dar intensidad al fuego (actualmente el tubo cuenta con una turbina eléctrica de aire, que han suplido al tradicional fuelle con el que dispensaba aire el herrero).
Sobre la base, se extiende el carbón que deberá ser de hulla y no de lignito que servirá para nutrir y arropar el hierro en cuestión. Es conveniente que todo quede cubierto, aunque para el encendido haremos un agujero entre el carbón en la parte donde se encuentra alojado el tubo dispensador de aire. Es ahí donde comenzaremos colocando un trozo de cartón, papel o paja con fuego, el que servirá de punto de arranque.
Una vez que el cartón esté ardiendo e introducido sobre el agujero, se administrará un poquito de aire por el tubo, justo en el momento en el que se tapará el cartón ardiendo con el carbón de alrededor, haciendo una pequeña montaña (se puede usar para ello el husillo o un espetón). Comprobaremos que el fuego queda enterrado y no puede verse, pero una cortina de humo se proyectará hacia arriba (por ello es conveniente tener un buen sistema de aspiración o chimenea).
Poco a poco iremos incrementando el aire que administramos hasta que una pequeña llama aparezca entre el carbón. Cuando aparece el humo blanco quiere decir que el carbón empieza a arder y cuando se pone rojo la fragua está lista.
Ahora solo hay que pinchar con el espetón sobre la cavidad del tubo de oxígeno, lugar del núcleo del fuego que utilizaremos para calentar las partes del hierro a moldear. Para controlar el fuego que no se extienda y quede concentrado usaremos el cuarto elemento que es el agua (puede ser con una botella a chorro pequeño o con una pequeña escoba mojada).
Actualmente la fragua se sigue usando como una herramienta artesanal que permite llegar a donde no pueden llegar las máquinas. Gracias a la maquinaria moderna se han podido realizar trabajos mucho más perfectos y sofisticados, aunque la fragua sigue siendo ese complemento que siempre es necesario para llegar a donde no puede la tecnología moderna.
Poco a poco iremos incrementando el aire que administramos hasta que una pequeña llama aparezca entre el carbón. Cuando aparece el humo blanco quiere decir que el carbón empieza a arder y cuando se pone rojo la fragua está lista.
Ahora solo hay que pinchar con el espetón sobre la cavidad del tubo de oxígeno, lugar del núcleo del fuego que utilizaremos para calentar las partes del hierro a moldear. Para controlar el fuego que no se extienda y quede concentrado usaremos el cuarto elemento que es el agua (puede ser con una botella a chorro pequeño o con una pequeña escoba mojada).
Actualmente la fragua se sigue usando como una herramienta artesanal que permite llegar a donde no pueden llegar las máquinas. Gracias a la maquinaria moderna se han podido realizar trabajos mucho más perfectos y sofisticados, aunque la fragua sigue siendo ese complemento que siempre es necesario para llegar a donde no puede la tecnología moderna.
El Yunque
A mi parecer esta es la herramienta-soporte de mayor importancia, la que debe ser de buen acero y de buen peso ya que sobre este soporte se recibirán innumerables golpes de martillos de diferentes tamaños
El yunque tiene una punta donde se da forma a las partes que requieren ciertas curvas, y la parte recta sirve para elaborar los ángulos. Además posee unos orificios que sujetan otras herramientas que sirven para agujerear, perforar y cortar el acero.
A veces la pieza que estamos trabajando es demasiado grande, por lo que necesitaremos ayudantes para soportar y acomodar nuestro trabajo.
FUENTES:
http://es.wikipedia.org/wiki/Herrero
http://www.lafuentonademuriel.com/eloficiodeherrero.htm
http://mayores.uji.es/blogs/antropologia/?p=1863http://sanromandehornija-alfio.blogspot.com.es/2012/05/oficios-que-desaparecieron-en-nuestro.html
http://oficiosem.blogspot.com.es/2016/03/herrero.html
http://enebro.pntic.mec.es/pgof0001/viejosoficios/herrero.htm
© Pedro Pablo Romero Soriano RS
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