Una de las festividades religiosas más señaladas en el calendario manchego. En estas fechas es tradicional asistir a los cementerios para visitar las tumbas de los seres queridos que han fallecido. En muchos casos, se acude con unos días de antelación para arreglarlas, de forma que a principios de noviembre estén en perfecto estado. Los días 1 y 2 se engalanan con flores y se reza por los que ya se han ido. Los claveles, las margaritas y las rosas son las flores más vendidas en las floristerías de Castilla-La Mancha con motivo de esta celebración.
Y aunque no solemos pararnos a reflexionar sobre el origen de esta festividad religiosa, fue el Papa Gregorio III, que ejerció su pontificado entre los años 731-741, quien fijó el aniversario de una capilla que destinó a Todos Los Santos en la Basílica de San Pedro. Algunos académicos señalan que fue su respuesta a la fiesta del Año Nuevo Celta (Samhain). Aunque fue el papa Gregorio IV, pontífice en el siglo IX, el que generalizó esta celebración en la Iglesia Católica.
El hecho es que no es casualidad que el Día de Todos Los Santos se celebre un día antes de la festividad de los difuntos, o “Día de Muertos”, como se conoce en México. La Iglesia Católica quiso de alguna forma hacer que los feligreses estuvieran comulgados el día 1 de noviembre y que el día 2 de noviembre Todos Los Santos fueran venerados.
El Día de Todos Los Santos es, por tanto, una tradición que arraigó en España en la Reconquista (siglo XV), y que fue llevada a Hispanoamérica donde hoy es, sin duda, una de las grandes festividades de aquellas tierras. En Guatemala, celebran el día venerando a los suyos con una visita también a los cementerios de Huehuetenango, Xela o Antigua, y reuniéndose después en familia para compartir un plato típico de fiambre criollo.
Aunque la celebración parezca similar, el Día de los Difuntos, el 2 de noviembre, oramos por los fieles que fallecieron, y de forma especial por aquellos que están en el purgatorio.
En España son comunes las interpretaciones de Don Juan Tenorio, la obra de José Zorrilla(1844). Igualmente se acostumbran los crisantemos y para la mesa comer castaña, buñuelos y huesos de santos, mazapanes típicos de esa festividad.
La santidad no consiste en saber mucho ni en mucho meditar; la santidad es un secreto: el secreto de mucho amar
- Santo Tomás de Aquino.
FUENTES:
https://entomelloso.com/tomelloso/como-celebramos-el-dia-de-todos-los-santos-y-el-dia-de-los-difuntos/
https://www.wincalendar.com/es/es/Dia-de-Todos-los-Santos
©Pedro Pablo Romero Soriano RS
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