El bacalao, junto las cubas llenas de sardinas saladas o arenques llegaban a Albacete procedentes de Murcia transportado por los arrieros, a lomos de burros y mulas; los manchegos los adquirían pagando con harina y trigo. Es decir, utilizaban la ancestral fórmula del trueque.
El bacalao se guardaba con todo celo. Con él se preparaban platos como el manchego atascaburras. Cuenta la tradición que este plato nació cuando un día empezó a nevar de forma imprevista y en la despensa sólo había patatas y unas raspas de bacalao. Decidieron cocer las patatas y las raspas con el escaso bacalao que tenía adherido. Machacaron las patatas con los trocitos de bacalao que pudieron entresacar de las raspas hasta hacer una pasta. Como no era mucha la cantidad, añadieron aceite de oliva para engrosar el puré resultante y lo unieron bien con la maza del mortero. Así parece que surgió el original atascaburras. El añadido de ajos y el adorno final con huevos cocidos y nueces fue una sofisticación posterior. Dada su consistencia, si se toma con mucho ahínco al día siguiente se sufren las consecuencias; de ahí su nombre : esto tomado en cantidad es capaz de atascar hasta a las burras. Se quedó como tradicional el comer atascaburras, agregando algunos ingredientes además de los básicos, en muchos pueblos de Albacete, el primer día que nevaba. En el Quijote aparece la fórmula de atascaburras, sin nombrar el plato, y de una manera absolutamente alucinante ya que lo pone en boca de Altisidora, una señora que le dice muy enfadada y con palabras muy agresivas, al ingenioso Hidalgo, que no está enamorada de él:
"!Vive el señor don bacalao, alma de almirez, cuesco de dátil, más terco y duro que villano rogado cuando tiene la suya sobre el hito, que si arremeto a vos, que os tengo que sacar los ojos!." (Capítulo LXX-Parte II).
FUENTE:
https://www.facebook.com/photo?fbid=580449357443149&set=a.550022770485808
Fotografía: LA ALACENA DE DON QUIXOTE
LA ALACENA DE DON QUIXOTE
©Pedro Pablo Romero Soriano PS
No hay comentarios:
Publicar un comentario