El Candil - Pozo Cañada

Reciente

Post Top Ad

Responsive Ads Here

Post Top Ad

Responsive Ads Here

martes, 24 de septiembre de 2024

El Candil

 


EL CANDIL


En las tardes de sábado, en aquella casa de campo donde solíamos pasar los fines de semana, me gustaba salir al jardín. Allí, mi padre tenía un carro; un viejo carro que compró para tener presente sus orígenes.

En el carro había toda clase de aperos de labranza, algunos del abuelo, otros recopilados, y colgado de un extremo un candil de aceite.

Me gustaba acercarme al carro, y tocar todos esos objetos que me quedaban lejanos, pero sin duda, el que más me gustaba tener entre mis manos era aquel candil envejecido por el paso del tiempo y el uso.

Lo observaba con atención, una pequeña mecha, casi diminuta, y un olor a aceite rancio me trasladaba a aquellas historias que mi padre tantas veces me había contado.

Intentaba imaginar aquellos tiempos, donde el asueto y la infancia no existían; donde los ojos de mi padre brillaban tan solo al encender aquel pequeño candil y hacer sus cuentas, leer aquellos libros que guardaba como un Potosí.

Cerraba los ojos y parecía que aquel pequeño objeto me transmitía todos aquellos momentos perdidos en la memoria de mi progenitor…

A la luz del candil, donde aquella mancha profunda intentaba despertar…

Seguía observándolo, acariciándolo, y así entre sensaciones y emociones pasaba aquellas tardes de sábado, jugando con aquel candil que tantas alegrías le había dado a mi padre...








Texto: Rosa Delgado
Fotografía: Pueblos de España, candil antiguo de Génave (Jaén).









©Pedro Pablo Romero Soriano RS

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Post Top Ad

Responsive Ads Here