Era un día de invierno, donde el frío parecía querer instalarse en el ambiente. La abuela hacía horas que había encendido la vieja chimenea. Aquel día me levanté antes de lo usual, y con poca destreza atiné a ponerme los leotardos. Me gustaba sentir el calor de la lana,; me imaginaba ciento de ovejas a mí alrededor. Escuchaba trajín en la cocina. La abuela preparaba los ingredientes para preparar unas judías. Sigilosa me acerqué a la puerta, y allí escuche a la abuela hablar. Creía que estaba sola. Se lamentaba para sí la desventura de perder a un marido tan joven. No creía ni en santos ni en dioses. Cuando tuvo que enfrentarse a su partida, el mundo se le vino encima. Cuánto sufrimiento al tener que salir sola por aquellos caminos desiertos de una mancha rural. El estraperlo, comerciando con pequeñas porciones de chocolate y harina, para poder llenar seis bocas pequeñas que quedaron a su cargo. Lágrimas sinuosas por su rostro, mientras clamaba al cielo la presencia de aquel que pronto la dejó. Me estremecí. Nunca antes escuché a la abuela con aquellos lamentos. Nunca antes la vi llorar. Un silencio estremecedor sobrevolaba el ambiente, mientras ella, seguía con las judías. Sus manos se deslizaban raudas en busca de granos de pimienta y una hoja de laurel.
Empecé a observarla. Una mujer fuerte que llevaba una pena inmensa en su interior. Nunca antes había pensado lo que pueden arrastrar las penas. Y como convivimos con ellas, sin que otros ojos puedan ver el sufrimiento interno. Me acerqué a ella, y se volvió hacía mi. La sonrisa se instalo en su rostro, dejando tras de sí la estela de aquellas lamentaciones que pocos minutos antes convivían en su rostro. Me abracé a ella y juntas nos acercamos a la lumbre. Sentí necesidad de darle uno de aquellos besos sin fin. Ella me abrazó y sentí que su pena se diluía. El puchero, la abuela, aquel día de invierno…
Autor Texto: Rosa Delgado.
FUENTES:
https://www.facebook.com/laalacenadedonquixote/photos/a.1191898097502351/9124110500947698/
LA ALACENA DE DON QUIXOTE
Fotografía: De Alfredo Saavedra García "Un cocido con pichón para combatir el frío en Tembleque".
©Pedro Pablo Romero Soriano RS
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