ENCAJE DE BOLILLOS.
Hacer encajes de bolillos viene a significar por igual extrema dificultad y sofisticación en hacer algo. Nada más cierto si se contempla el espectáculo de las encajeras manejando con ritmo de vértigo los bolillos. Y de este modo salen todo tipo de motivos religiosos, geométricos, florales...El arte del encaje de bolillos debió de llegar a Almagro y el Campo de Calatrava procedente de Holanda, gracias a los agentes de Fugger en aquellas tierras. El caso es que hizo fortuna y en poco tiempo el conocido encaje de Almagro cotizaba en las principales plazas. En 1766 Manuel Fernández y su esposa Rita Lambert, potenciaron la producción mediante mujeres que tejían en casa. Y treinta años después un catalán, procedente de Mataró (Barcelona), Juan Bautista Torres, se estableció en Almagro e introdujo la realización de blondas para mantillas. En 1847, había en Almagro 2.262 mujeres trabajando en los encajes de bolillos y blondas de seda. La actividad fue decayendo, hasta que en estas últimas décadas ha comenzado su recuperación. De todo ello se da cuenta en el Museo Municipal del Encaje y la Blonda.
Fotografía del Grupo "Yo también tengo una foto antigua de Mataró". Niñas haciendo bolillos en 1.955.
FUENTE:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=1717626892371477&set=gm.3758631311023938&idorvanity=1729762487244174
Angeles Conde de Luis
©Pedro Pablo Romero Soriano RS
No hay comentarios:
Publicar un comentario